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Gente está “tirando la toalla” ante dificultad para encontrar empleo

Gente está “tirando la toalla” ante dificultad para encontrar empleo
Cansados de encontrar la puerta cerrada cada vez que lo han intentado, más y más personas están decidiendo “tirar la toalla” en la búsqueda de empleo.

La generación de puestos de trabajo no da a basto con la alta demanda de personas que andan detrás de un nuevo puesto y si bien las autoridades políticas celebran que las cifras de desempleo son menores que las del peor momento de la pandemia el año pasado, la cifra está todavía muy lejos de alcanzar niveles prepandemia, con un par de agravantes: la recuperación ha comenzado a ralentizarse y hay poblaciones que no están logrando integrarse al mercado laboral.

Según el dato más reciente de Estadística y Censos (INEC) hay 433 mil personas desempleadas en el país, que equivale a un 18,1% de la población. Pero además del indicador que mide el desempleo existen dos datos adicionales que permiten revelar que el problema es todavía más profundo de lo que parece.
Cansados de encontrar la puerta cerrada cada vez que lo han intentado, más y más personas están decidiendo “tirar la toalla” en la búsqueda de empleo.

La generación de puestos de trabajo no da a basto con la alta demanda de personas que andan detrás de un nuevo puesto y si bien las autoridades políticas celebran que las cifras de desempleo son menores que las del peor momento de la pandemia el año pasado, la cifra está todavía muy lejos de alcanzar niveles prepandemia, con un par de agravantes: la recuperación ha comenzado a ralentizarse y hay poblaciones que no están logrando integrarse al mercado laboral.

Según el dato más reciente de Estadística y Censos (INEC) hay 433 mil personas desempleadas en el país, que equivale a un 18,1% de la población. Pero además del indicador que mide el desempleo existen dos datos adicionales que permiten revelar que el problema es todavía más profundo de lo que parece.
Así, luego de alcanzar un 61% en enero, la tasa de participación retrocedió a un 59,5% el mes pasado, mientras que la tasa de ocupación cerró en un 48,7%.
De acuerdo con el análisis del Banco Central, al comparar la población económicamente activa por edad se observa que los problemas para conseguir trabajo afectan en especial a las personas mayores de 45 años.

Tomando como punto de partida febrero del 2020 como indicador base 100, la población entre 45 y 59 años cerró en la última medición con un índice del 94,3; es decir casi un 6% por debajo del nivel de febrero pasado.

Lo preocupante es que la tendencia de recuperación que traía el año pasado empezó a revertirse a partir de diciembre.

Aún más dramático es el tema para los mayores de 60 años, cuyo nivel se encuentra un 22% por debajo del nivel de febrero pasado y en clara tendencia a empeorar desde finales del año pasado.
El único segmento de la población que está por encima de los niveles de febrero es el que se ubica entre los 35 a 44 años.

José Manuel de la Rocha, profesor de ULACIT y profesional en el área de Recursos Humanos considera que para que se estén dando estas desigualdades, es necesario entender que los “niveles de recuperación” están relacionados con la capacidad de la economía para gestar un proceso que permita a las organizaciones volver a los niveles de contratación que tenían antes de la pandemia. Partiendo de este principio se presentan tres factores funcionales que pueden estar afectando dichas desigualdades:

El primer factor son los requisitos de contratación que pueden resultar excluyentes.

El segundo factor es la edad: “mayores de 45 años están si no descartados, casi descartados, lo que no está relacionado con su capacidad de conocimiento, sino con lo que uno podría denominar desgastado”, afirmó el especialista.

Y el tercer factor son  los conocimientos en sistemas de información, que han variado tanto en diversidad, como en cantidad y calidad para la generación de información.

“La política pública debe centrarse en el incentivo de actividades, no necesariamente en la inyección de recursos, sino en un proceso que identifique claramente cuáles son los grupos económicos más afectados y generar “iniciativas” que permitan tanto a los grandes reclutadores, como a las medianas y pequeñas empresas no asumir riesgos innecesarios, pero con la convicción de que podrán enfrentar el futuro de manera exitosa, aspecto que adolece en este momento el sistema gubernamental”, señaló de la Rocha.

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